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sábado, 4 de enero de 2014

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10 comentarios:

  1. Tal vez Fido extrañe cuando sólamente era un perro, no un perro pensador.
    Pero no hay vuelta. De los placeres y de los disgustos de pensamiento no se vuelve.

    El planteo de Flin me recuerda el capitulo de Doctor Who, una serie que estoy descubierto. El protagonista, un misterioso viajero del tiempo y del espacio, es convocado por un personaje todavía misterioso para una misión. Cuando el protagonista pregunta que le va pasar si se niega, el otro le contesta que no le va a pasar nada. Nunca. Muy sutil y atemorizante amenaza. No sería deseable que nunca pasara nada, aun evitando la inquietud de la que habla Flint.

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    1. totalmente de a cuerdo---lo peor es que no nos pasara nada nunca!...también he descubierto al Dr. Who...por mis hijas, claro pero he visto un par de capítulos. es y ha suido desde hace rato furor en Inglaterra!
      Un abrazo

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  2. Ufff, mira que se han puesto reflexivos y con un... ¡tema! que despierta nuestros sentimientos frente a distintas maneras de ver y de como atravesamos ese sentido en las distintas etapas, es personal, pero lo bueno es que mientras estemos en movimiento, es que andamos... con sensibilidad, vulnerabilidad y sus antónimos :)

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    1. Tal cual!...cada quien sabrá en qué medida y combinación particular lleva esos términos...y sus antónimos!
      Besos, Cecy!

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  3. ¡que inteligentes resultaron ser el gato y el perro!! ¡muy bueno!

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  4. La incertidumbre inquieta... pero demasiada certeza también lo haría. Lo ideal sería hallar el equilibrio... pero qué difícil es a veces, más cuando se está en esa edad en que todo parece tambalear, reforzarse, tambalear, reforzarse... uuyyyy jeje! (creo que ahora hablo más como madre, pero vaya que he tenido -y aún tengo- esas rachas complicadas!
    Besos!

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  5. Todos las tenemos,claro que unos más que otros! jeje a mí me suelen dar con más continuidad en esta época de inicio de a;o, vaya uno a saber por qué!

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  6. No sé, creo que esa dualidad va suavizando la línea de separación cuando más sincera es una consigo misma, chicos...

    ¡¡¡Feliz año a los cuatro!!!

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  7. Buen post. Me recuerda un libro que leí hace algunos años, llamado “la dualidad de la imperfecta existencia” donde dos fuerzas, una positiva y una negativa se disputan el cuerpo. Una batalla permanente mientras la vida perdure. Me encantan los caracteres.
    Saludes

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