Lo más inquietante de ese pensamiento es que no pierde vigencia, sigue teniendo actualidad.Saludos y un abrazo para la cronista.
Tan vigente como la necedad de quienes no lo quieren ver. Es muy preocupante. Un abrazo y muchas gracias por tu cercanía, Demiurgo
Lo más inquietante de ese pensamiento es que no pierde vigencia, sigue teniendo actualidad.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo para la cronista.
Tan vigente como la necedad de quienes no lo quieren ver. Es muy preocupante. Un abrazo y muchas gracias por tu cercanía, Demiurgo
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