Hola Flin y Fido! ciertamente que de fracasos muchos nos hemos hasta mordido los labios... por eso los triunfos luego, nos saben tan exquisitos! Suerte a ambos, y a no rendirse! Besitos! Gaby*
Pues no hay cosa más acertada, hay que saber cuanto duelen las cosas, el sabor amargo de la soledad, la acidez del fracaso... para que cuando lo positivo entre en tu vida sepa azúcar y miel y no lo rechaces esperando descibrir nuevos sabores...
Hola Flin y Fido! ciertamente que de fracasos muchos nos hemos hasta mordido los labios... por eso los triunfos luego, nos saben tan exquisitos!
ResponderEliminarSuerte a ambos, y a no rendirse!
Besitos!
Gaby*
Buen consejo, Gaby!...muchas gracias por el aliento!
Eliminar=)
Fido, yo sigo pensando que tu podrías sujetar el aro para que él salte...sabiendo qué se siente, es más fácil aprender.
ResponderEliminarjejjee...seguro que así, el truco no le parecerá tan interesante a Flin! jejeje
EliminarUna más
ResponderEliminarY no jodemos más!
Fidoa las Olimpíadas!
jaja...quién te dice que con el adecuado entrenamiento...!!
EliminarPues no hay cosa más acertada, hay que saber cuanto duelen las cosas, el sabor amargo de la soledad, la acidez del fracaso... para que cuando lo positivo entre en tu vida sepa azúcar y miel y no lo rechaces esperando descibrir nuevos sabores...
ResponderEliminarBienvenida Carmeloti!...no sólo nos alegra tu visita sino tu acertada reflexión!
EliminarUn abrazo y gracias!
=)