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jueves, 10 de abril de 2014

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8 comentarios:

  1. Cuesta bastante ser tolerante ante la opinión contraria. Tal vez, está muy asimilado que en las ideas una debe prevalecer por encima de la otra. Una competencia bastante cruel y pobre (en muchos sentidos)

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  2. La discrepancia enriquece al ser humano y evita que se aburra.

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    1. jeje...buena esa de discutir para apostar contra el aburrimiento!

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  3. Yo estoy en contra de la tolerancia, porque la palabra implica que no consideramos al otro como un igual, sino que le soportamos. Mejor es la polémica y el posterior consenso. La línea de lo que hay que tolerar, es muy peligrosa, porque puede molestarnos pero toleramos al amigo impuntual, pero no podemos tolerar un maltrato. La tolerancia deja muchos actos negativos sin castigo y el ser humano es un ente que sin palo no funciona, muy a mi pesar y aunque me duela decirlo.

    Bueno, poco puede decirse en un comentario, espero que se entienda.

    Un abrazo, chicos.

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    1. Te entendemos, Vero, te entendemos y es cierto, el término engloba aspectos negativos que deberíamos considerar. Es mucho más adecuado el término "consenso".

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  4. Sin embargo, aunque esté próxima a la paradoja, por lo de si se puede tolerar la intolerancia, la tolerancia tiene aspectos positivos.
    Tal vez no se considere al otro como un igual, tal vez no todos sean agradables, pero tolerar implica cierto comportamiento mínimo. No proceder violentamente para acallar al otro, que exista la libertad de expresión. Odiar por dentro y que no implique descalificar con insultos, sino con argumentos, si es necesario.
    Y en un grupo, plantear una idea para escuchar la opinión de los demás. Sin tratar de imponerla. O peor, darla como hecha.

    Bien planteado, Fido.

    Eso sí, Cervantes y sus comtenporaneos no sé si se toleraban. Pero su rivalidad tenía un interesante nivel literario.

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    1. jejej...como siempre, Demiurgo, vos poniendo el acento en lo que vale considerar...antes que agarrarse a las patadas, siempre es mejor tolerar incluso aquello que nos molesta!...¡decímelo a mi!, tengo el perro de un vecino ladrando continuamente y pese al primer impulso de querer acogotar al animalito -y al dueño- hago el esfuerzo de ambliar mi umbral de tolerancia y apuesto por la sana convivencia jejeje.
      Excelente tu comentario, como siempre!
      =)

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