Más de una vez me lo he planteado. Me suele preguntar como me imaginan los que conocen mi blog, visitandolo frecuentemente. Sospecho que desilusionarían al verme en persona, tal vez sea alguien más aburrido que en la blogosfera.
A veces identificamos a la persona con las letras que escribe, pero más allá de eso me gusta la idea de conocer al ser humano que realiza esos escritos. Hasta ahora tuve suerte, conocí a varios y ninguno estaba lejos de lo que había imaginado. Un beso ✾
También a mí me gratificó la experiencia, aunque reconozco que al provocar el encuentro se corre el riego de romper la imagen preconcebida que se tiene de quien escribe. Un fuerte abrazo!
Pues yo encontré de todo. Pero, justo de quien más esperaba (por su maravillosa forma de escribir), fue de quien más me decepcioné: era una mujer cotilla, cutre, gorrona y sin sensibilidad de ningún tipo. Ahora, prefiero imaginar.
Más de una vez me lo he planteado.
ResponderEliminarMe suele preguntar como me imaginan los que conocen mi blog, visitandolo frecuentemente. Sospecho que desilusionarían al verme en persona, tal vez sea alguien más aburrido que en la blogosfera.
Creo que todos tenemos ese temor de no impresionar igual que lo hacemos desde la web
Eliminar=)
A veces identificamos a la persona con las letras que escribe, pero más allá de eso me gusta la idea de conocer al ser humano que realiza esos escritos. Hasta ahora tuve suerte, conocí a varios y ninguno estaba lejos de lo que había imaginado. Un beso ✾
ResponderEliminarTambién a mí me gratificó la experiencia, aunque reconozco que al provocar el encuentro se corre el riego de romper la imagen preconcebida que se tiene de quien escribe. Un fuerte abrazo!
EliminarPues yo encontré de todo. Pero, justo de quien más esperaba (por su maravillosa forma de escribir), fue de quien más me decepcioné: era una mujer cotilla, cutre, gorrona y sin sensibilidad de ningún tipo.
ResponderEliminarAhora, prefiero imaginar.
Es que en algunos casos es mucho lo que nos perderíamos!
EliminarUn abrazo