Al final va a resultar que la inteligencia nos da demasiadas alas y nos hace creer que somos "poderosos". El instinto de supervivencia, más cercano en los animales (que no tienen miedo de "qué pensarán mis vecinos si me echo atrás") preserva la especie.
Se parece a una frase de Hoy, de No lo soporto, hoy ataré mi mente a un árbol. Y he visto que tienen árboles en la casa, así que podría ser útil para atar el pensamiento o una soga, como propone la lúcida Fiori.
Al final va a resultar que la inteligencia nos da demasiadas alas y nos hace creer que somos "poderosos". El instinto de supervivencia, más cercano en los animales (que no tienen miedo de "qué pensarán mis vecinos si me echo atrás") preserva la especie.
ResponderEliminarMirá qué buena reflexión!...gracias Ma Jesús por tan valioso aporte
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Es que lo es.
ResponderEliminar=D
EliminarSe parece a una frase de Hoy, de No lo soporto, hoy ataré mi mente a un árbol. Y he visto que tienen árboles en la casa, así que podría ser útil para atar el pensamiento o una soga, como propone la lúcida Fiori.
ResponderEliminarLo tendremos en cuenta!
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La muerte debería ser una cosa así, más o menos... Sería chulo, eh?
ResponderEliminarUn beso y tres abrazos. Qué bonita entrada.
No se me había ocurrido esa comparación, Vero, pero sí, vale!
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